Salud. A todos nuestros alumnos, ex-alumnos, clientes, seguidores… a todos quienes confiáis en nosotros.
Compromiso para quienes llegan a Biloba.
Casi empezando el nuevo año 2019, en nombre de todo el equipo de Biloba quiero agradecerte tantos años juntos. También quiero agradecer a todos los colaboradores que hacen posible que Biloba funcione.
Hay una frase que dice: “Cuando se da lo que se tiene, se da todo”.
Especialmente me siento muy feliz cuando comparto con otros lo que he ido aprendiendo y sigo aprendiendo. Mi corazón y mi mente parecen brincar y latir juntos con pasión. Y al finalizar una clase o una conferencia siento ese vacío jubiloso de quien ha querido dar todo. A veces me critican que “enseño mucho y no me guardo cosas”. La verdad es que yo pienso ¿para qué me voy a guardar nada? La responsabilidad y el deseo de compartir es mayor que cualquier otra consideración.
Esto ocurre porque alguien “está” al otro lado. No solo recibiendo, sino haciendo suyo, aplicando y viviendo lo que sale de mí. Y lo hacéis crecer. Y yo, que soy pequeña, crezco unos cuantos centímetros y parece que soy grande, ilusoriamente ocupo más espacio, gracias a esta sensación.
Mi respeto absoluto por mis maestros y por quienes han estudiado, investigado y compartido antes para que yo sea lo que soy, está siempre en mis comentarios, mis textos y en las historias que os cuento. Mis maestros nacieron, algunos hace miles de años; otros hace poco, pues de todos se aprende.
Vivimos tiempos difíciles en este país España, desde donde escribo, donde de nuevo repunta la ceguera intelectual y los absolutismos mercantilistas con sus conveniencias. Por suerte, no es así en el resto del mundo.
Confío en la reposición de la sensatez, de la cordura.
La Salud no es patrimonio de ninguna corriente de pensamiento, ni de técnica alguna, por muy científica que sea.
La Salud no la deberían de cuidar las corporaciones que pierden el sentido de humanidad y de servicio.
La Salud se cuida en conjunto sobre unos pilares esenciales: alimentos, agua y aire limpios; cobijo y lugar donde vivir y saberse seguro y protegido; sentirse parte de algo mayor; tener sentido y propósito en la vida; reír o al menos sonreír de verdad cuando no te ve nadie; posibilidades ciertas de desarrollo y crecimiento como persona dentro de la comunidad, seguridad en el futuro generacional, certeza de que el planeta y la biosfera con cuidados con mimo, disponibilidad de recursos para mantener y recuperar la Salud ahora y en el futuro; posibilidad de, cuando llegue el momento, dejar este mundo sea con dignidad y en paz. Que no sea solo un “descanse en paz” después.
Recursos, existen de muchos tipos. La Salud tiene distintos aspectos, todos ellos importantes.
La seguridad también reside en el hecho de saber que quien nos ayuda a cuidarnos está bien formado, es honesto, sabe hasta dónde llega su pericia y conocimiento, y puede compartir con otros profesionales y áreas sabiendo cuál es el fin último. Entre otros, es importante que esta persona que nos cuida carezca de prejuicios y perjuicios que limiten nuestras posibilidades de recuperación y bienestar, y respete nuestros derechos como seres humanos, y nuestra libertad de elección; nuestra Libertad, con mayúsculas. Cuidar de la salud de otro es un gran servicio y, cómo se le decía al famoso superhéroe: “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”.
Si no fuera así, quien nos cuidan, corporaciones y profesionales, mermarían nuestras posibilidades de recuperación, de Salud y de Felicidad.
Mi mensaje a compañeros y compañeras: Seamos profesionales dignos de ser llamados “Cuidadores de Salud”.
Feliz año nuevo
Dra. Nuria Lorite Ayán