En 1988 acabé mi primera carrera universitaria, Farmacia, una carrera renacentista, fascinante. La vida no me permitió entonces continuar estudios de doctorado. Seguí mi camino, trabajando y estudiando como hacía desde los 16 años.
Tras licenciarme en Medicina China, diplomarme en otros estudios y obtener un doctorado en Medicina Natural, encontré, muchos años después, la oportunidad de cumplir un sueño: hacer el doctorado en mi primera carrera, uniendo en él mi vocación y mi amor por el saber, por la maravilla que es la naturaleza y el ser humano y por crear puentes entre distintas maneras de pensar y de concebir el cuerpo, y la integración de cuerpo, mente y espíritu, creando como siempre intento, puentes entre ciencia y tradición que sirvan para llevar salud, bienestar y felicidad a las personas.
Han pasado muchos años desde que empecé esta tesis, años en los que he encontrado muchos obstáculos de diversa naturaleza que salvar, y he tenido también apoyo y comprensión por parte de mis padres y hermanos, amigos y en especial de mi hijo, Alvaro A. Lorite, quien más ha sentido “mi ausencia” y la falta de tiempo.
Mi tutora, la Dra. Esperanza Torija Isasa, quien fuera profesora mía, ha sido un pilar fundamental: mujer valiosa, brillante, valiente, aceptó un tema tan especial como mi tesis, para ella solo tengo alabanzas y agradecimiento,
El pasado 18 de junio de 2015, llena de nervios y de emoción, defendí mi tesis “Los alimentos en la Medicina Tradicional China“, en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, y la defensa obtuvo la calificación Sobresaliente Cum Laude.
Fue una experiencia maravillosa, inolvidable, que quiero guardar en mi memoria, con cada detalle, agradecida por las preguntas del tribunal, por la forma en que se produjo una transmisión e intercambio inesperado, agradecida a todos los que estuvieron presentes en persona y en espíritu.
Dejo constancia de mi agradecimiento a todas las personas que han pasado por mi vida y han participado en ella, de una forma u otra, y de modo muy entrañable, tal como lo hice antes de comenzar mi exposición, a mis profesores y maestros. Se me hizo un nudo en el estómago al pronunciar esas palabras y pasaron por mi mente aquellos que no están. Soy lo que soy gracias a tantas personas que han puesto su conocimiento, saber y experiencia en mi entorno. Me hizo muy feliz y me sentí muy honrada de tener en ese momento, entre el público, a algunos de ellos.
Ya estoy agradecida a todos los que vendrán para seguir creciendo.
Gracias por vuestros mensajes de apoyo en medio de los nervios. Gracias por el apoyo cuando el tiempo no da más de sí.
Ofrezco este trabajo y este Cum Laude a todos los que amamos y respetamos con devoción al ser humano, a la naturaleza, al universo, a todos los que trabajamos, seguimos aprendiendo y luchamos por integrar distintas ciencias, ideas y conocimiento para hacer de este, un mundo mejor.
Juntos somos más fuertes, más sabios, más creativos, más humanos.