Recuerdos y pasado: Hay acontecimientos en la vida que uno recuerda como si fueran recientes, y se reviven con la emoción del momento. Esto es genial cuando nos aporta alegría y nos pone una sonrisa, pero aún así puede no ser tan beneficioso cuando son los recuerdos agradables los que llenan nuestra vida. Los recuerdos nos conforman pero hay que seguir viviendo.
Vivir de recuerdos cuando la vida fue buena y divertida, cuando éramos felices y nada nos aquejaba, nos puede sumir en una realidad que no existe ahora. Y si nuestro mundo actual no es ni siquiera parecido al pasado, nos agarramos a él, al pasado, como si fuera real y no lo es. Pero el cerebro así lo cree. Depresión, tristeza, anhelos de lo que fue y ya no es… Nos paralizan, nos impiden seguir.
Si los recuerdos, por el contrario, son dolorosos y los vivimos con la misma intensidad, como si hubieran ocurrido ayer, con el dolor renovado, y el corazón encogido y el miedo a flor de piel, nos paralizamos también.
El miedo inhabilitante, nos hace creer que nada bueno puede haber más allá de esa línea, no somos capaces de sufrir más, y aunque ya no suframos, porque son recuerdos, pasado, vivimos con el impedimento de seguir.
En ambos casos, el pasado en un ancla muy pesada, un lastre muy duro de llevar.
Los recuerdos nos conforman, pero podemos seguir haciendo y creando nuestra vida.
Cuando nos quedamos estancados por miedo de nuevo al dolor o por la creencia de que la alegría se quedó atrás, vivimos en la ansiedad, vivimos hacia atrás, y el mundo sigue a nuestro lado, como cuando conducimos mirando por el retrovisor sin prestar atención a la carretera o como cuando nos paramos en una calle muy transitada y todas las personas que caminan nos adelantan.
Aunque la vida tiene pasadizos insospechados, lo más probable es que nos hayamos sumido en un laberinto creado por los recuerdos y eso, es el pasado.
Hoy, ahora, si vuelve el pasado y duele, si el solo recuerdo de la felicidad que ya no es, duele… Mírate a ti mismo y piensa si no estás viviendo aún algo que te impide seguir.
Todo existe mientras tu mente así lo crea. Para bien y para mal. Conforma tus nuevos pasos y sigue adelante, siendo agradecido por lo bueno que viviste, y siendo agradecido por lo malo que quedó atrás.
Pero ¡vive y créate feliz!
Es importante buscar ayuda, ¡no estás solo, no estás sola!
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Un fuerte abrazo.