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El síndrome postCOVID o  síndrome post-viral de SARS CoV-2 

El impacto de la llegada de SARS CoV-2 a nuestras vidas a finales de 2019 y el desarrollo de la enfermedad COVID-19 en sus diferentes variantes e intensidades, se ha transformado para muchas personas en una pesadilla aún cuando parecía que la afección se había resuelto. 

Es importante señalar que dado el mecanismo de interacción de SARS CoV-2 con nuestro sistema inmunológico, con el comportamiento de otros virus preexistentes como por ejemplo, EBV, CMV, HHV y con los tejidos diana, era previsible que esto ocurriera y así lo hicimos saber y se difundió desde Biloba ya en las primeras semanas de 2020. Prevenir siempre es lo más importante.

¿Qué es el síndrome posviral o post-viral de COVID-19?

En primer lugar, hemos de saber que no solo SARS CoV-2 puede generar un síndrome posviral (o post-viral). Sería el caso de la afección denominada Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) que tiene un desarrollo muy semejante y se relaciona, a su vez, con otras afecciones distintas, según cada persona, como la fibromialgia. 

Debido a la interacción del virus con nuestro organismo se pueden producir alteraciones y manifestaciones más o menos molestas o invalidantes que varían y se mantienen durante un tiempo variablemente prologando semanas o meses después del contagio.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome post-Covid?

Los síntomas más frecuentes son: Fatiga que no se resuelve con el reposo, cansancio físico y/o mental, alteraciones neurológicas, dolor difuso o variable en distintas localizaciones del cuerpo, migrañas o jaquecas, dolor de garganta, alteraciones de los órganos de los sentidos como vista, olfato, gusto, tacto, oído; diarreas o problemas digestivos, problemas para dormir, dificultad para concentrarse, pérdida o disminución de la memoria, incapacidad para realizar tareas cotidianas, problemas de coordinación y de la destreza en habilidades comunes, pérdida de fuerza muscular, disminución de la agilidad física, de la rapidez mental… Todas estas son algunas de las manifestaciones que pueden encontrarse. Puede también darse reactivación de virus latentes como los mencionados anteriormente, que suelen relacionarse con un desequilibrio Th1/Th2 con predominio proinflamatorio,  no necesariamente agudo, así como con alteraciones de biotas y microfloras.

La persona que lo padece ve seriamente afectada su vida normal.

El desarrollo de un síndrome post viral en el caso de COVID-19 no está directamente relacionado con un proceso de COVID grave. Personas que no han necesitado hospitalización, pueden experimentar un síndrome post-Covid o Covid prolongado. Obviamente, si ha habido una situación de gravedad o bien, si se padecía ya previamente una afección debilitante o crónica, encontraríamos mayor posibilidad para que la recuperación total sea lenta y/o dificultosa.

Seguramente las personas que padecen síndrome de fatiga crónica se sienten identificadas. Se trata de un tipo de afecciones complejas que requieren una visión global para ser tratadas.

¿Cuánto dura un síndrome post-viral?

En la mayoría de las personas, tres o cuatro semanas después de la aparente remisión de las manifestaciones agudas asociadas a una infección vírica, puede notarse que no se está bien recuperado, no se está al 100%. Esta situación no se considera realmente un síndrome post-viral sino la fase de recuperación del organismo que está “cansado” porque ha tenido que batallar. Desafortunadamente, se nos olvida que debemos de seguir cuidándonos tras una infección, ayudando a nuestro organismo, especialmente al sistema inmunológico y a los órganos de detoxificación.

Si la sintomatología se mantiene por más tiempo, y comienzas a experimentar manifestaciones como las mencionadas anteriormente, has podido desarrollar un síndrome post-viral, requiriendo un cuidado específico.

¿Cómo se puede cuidar un síndrome post-COVID o post-viral?

Si has terminado de pasar COVID, cuídate. Seguramente tienes prisa por volver al ritmo normal, pero igual que tras mucho tiempo sin entrenar no realizas el mismo esfuerzo, tras la infección es recomendable seguir cuidándose y retomar actividad paulatinamente.

Si lo pasaste hace unas semanas, obsérvate, sin obsesionarte, y si percibes manifestaciones anómalas o como las hemos mencionado antes y consulta con tu profesional de la salud.

Sustancias y nutrientes como el calostro, los hongos nutricionales como poria, reishi, shiitake, maitake, que ayudan al sistema de control central, sistema inmune y a la detoxificación, al sistema neurológico  muestran un efecto prebiótico; la vitamina D que es una defensina; el zinc que ayuda a la recuperación del olfato y del sabor, al sistema inmune, hormonal y nervioso junto con la vitamina C; la glutamina que favorece el bienestar intestinal tan importante; la arginina que oxigena mejor; la rhodiola que ayuda junto con los hongos a soportar el estrés físico y mental; la salvia para tu memoria y bienestar general; la cúrcuma y jengibre para tu digestión y molestias articulares o musculares. Estas y otras sustancias nutricionales naturales que ayudan a tu organismo a cuidar a tu sistema inmune, neurológico, nervioso, hormonal, detoxificación, de modo sinérgico están en Transferine, de Master Life. El todo-en-uno para la salud del siglo XXI. Apúntate a las conferencias gratuitas para saber más.

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