El otoño y la disminución de la luz cambian el estado de ánimo… y otras cosas… muchas más de 10…
Veía los anuncios de la ropa de otoño y no sabía qué pensar. ¿Ya? ¿Otra vez el dichoso cambio de hora?
Sí… el otoño y el invierno me afectan. Y a ti también. Aunque te guste… Y no solo las temidas subida del costo de la electricidad, del gas, del combustible… Vaya tiempos que estamos viviendo.
– Y este año –me decía una amiga–¿cuándo habrá que poner la calefacción?
– “Se ahorra no gastando” –dijo el otro día un técnico de la caldera– “se da uno unas carreras antes de irse a dormir”. Y al ver mi cara… añadió: “Es broma”.
Lo que no es broma es que la falta de luz me afecta muchísimo.
Me pone triste, me cuesta más hacer las cosas… y encima… ¡van a cambiar ¡¡otra vez!! al horario de invierno y será de noche muy pronto. ¿Te imaginas en los países en los que hay muy pocas horas de luz? Es muy importante tener recursos mentales y biológicos para sobrellevarlo.
En este post te explico qué cambios puede haber al disminuir la luz en el día, por qué ocurre y cómo podemos ayudarnos para estar mejor.
Encontrarás además contenido ampliado en los enlaces y vídeos.
Empecemos…
La disminución de las horas de luz afecta al cuerpo y al estado de ánimo
La llegada del otoño implica que los días se hacen más cortos. Las horas diurnas nos menos cada vez hasta llegar de hecho al solsticio de invierno, aún en invierno las horas de luz son menores que las horas de oscuridad, que la noche y nos afecta aunque no lo parezca en nuestro mundo tecnológico, (híper) iluminado. El cambio de las horas de luz es un lío para el cuerpo.
La luz solar, la luz del día, regula ciclos y funciones.
Seguramente sabes que es importante que nos dé la luz del Sol porque activa el metabolismo de la vitamina D que es esencial no solo para la fortaleza de los huesos, sino también para el bienestar de la piel, así como para el buen funcionamiento de los riñones y el para estado de ánimo. ¡Sí, para el estado de ánimo! Lo vemos más adelante.
Pero ¡fíjate qué interesante!:
¿Cómo sabe el cuerpo la luz que hay y lo que dura?
Mira:
El cerebro percibe la intensidad de la luz exterior, gracias a que la luz entra por los ojos.
En el cerebro, en la glándula pineal es donde se “calcula y adapta” nuestro ciclo biológico. Esto es lo que se llama adaptar el “ritmo circadiano”.
¿Qué significa circadiano/a?
Yo te lo cuento…
“Circadiano” hace referencia a los ciclos de 24 horas, es decir a un día y su noche. La palabra tiene su origen en dos palabras latinas: circa (alrededor) y diem (día).
Las cosas que ocurren en una misma hora (o intensidad de luz) dentro de un tiempo de 24 horas se dice que tienen un ritmo circadiano, como, por ejemplo, la liberación de cortisol.
El cortisol es una hormona que se libera para ayudarnos a estar en actividad, nos prepara para hacer cosas, estar atentos y alerta, ayuda en la protección frente a factores patógenos externos e internos.
Aunque se la conoce ya como “la hormona del estrés”, el cortisol es importantísimo. Te da la chispa por la mañana para levantarte. Te pone la pilas para afrontar retos. Claro, lo malo es cuando estamos siempre en el lucha y nos “emborrachamos” de cortisol. Pero eso es otra cosa.
El cortisol y el estrés
Hay muchas sustancias y funciones que dependen de la cantidad de horas de luz y de la intensidad de dicha luz, de la cantidad de horas que dura el día y que dura la noche.
Y ahora va bajando en otoño… a la misma hora que en verano, la luz ya es menos intensa (aunque no esté nublado) debido a la inclinación del eje de la Tierra y encima… la noche empieza a durar más y hay menos horas de luz.
Esto también podría ocurrir cuando te vas a otro lugar por un tiempo y la luz (el número de horas de día y su intensidad) es menor al que estás acostumbrado/a.
Síntomas de la disminución de la luz
La disminución de la luz puede ser causa de que puedas tener o sentir:
- Falta de energía.
- Dificultad para pensar o concentrarse.
- Sensación de tristeza y desesperanza (mejor no ver las noticias, de verdad, en unos días; si pasa algo muy muy grave, te vas a enterar igualmente, hazme caso).
- Se acentúa la depresión y/o ansiedad.
- Se pueden crear sentimientos de culpa porque piensas ¿cómo puedo estar así con todo lo que tengo que hacer? Afloja… en serio…
- Estás más irritable.
- Desmotivación Te cuesta hacer las cosas o no tienes ganas de hacer nada, incluso aunque te guste lo que haces y quizá te meterías en una cueva a hibernar… sobre todo si encima eres una persona friolera.
- Tienes más ganas de dormir.
- Notas problemas para dormir o te despiertas demasiado temprano, como si te hubieras desajustado (es eso realmente lo que pasa).
- Notas cambios en el apetito, no sabes qué comer.
- Haces mala digestión, tienes gastritis: el estómago se resiente.
- No vas bien servicio.
- El ciclo menstrual se desajusta porque se desajustan las hormonas hipofisarias que provocan la liberación de estrógenos y progesterona.
- Disminuye la libido.
- Se desajustan el cortisol y la melatonina.
- Disminuye la serotonina.
- ¡Se cae más el pelo! Por si fuera poco…
- El día se te hace un mundo, crees que no podrás con todo. Y es que posiblemente es momento de plantearse, si realmente ¿hay que poder con todo? ¿El “todo” es necesario? Sólo te dejo ideas…
La buena noticia es que nos vamos adaptando paulatinamente a la disminución de la luz y que algunos cambios en nuestro estilo de vida nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
Hibernar, lo que es hibernar, no lo conseguimos, aunque lo desees 😉
Pues nada… como no creo que puedas hibernar, igual que me pasa a mí, la cuestión es comprender qué nos pasa y ayudarnos.
Luz e intoxicación lumínica: el desbarajuste.
La especie humana que somos nos adaptamos a la luz y a las estaciones.
Según el lugar en donde vivas, la temperatura exterior puede disminuir considerablemente, y los días ser muy cortos. ¡Piensa en los países más cerca de los polos… que no es de día o es cortísimo el día!. Eso es para otro post, pero creo que puedes entender ya bastante por qué se dan más ciertas situación de salud mental en esos lugares.
Viviendo en ciudades o grandes poblaciones, la iluminación exterior, las pantallas de los ordenadores, computadoras, dispositivos, móviles, los anuncios en la autopista… despistan a nuestro sistema nervioso y hormonal. Un lío de órdago…
Por eso existe lo que se llama intoxicación lumínica… ¿Sabes esa farola que da en tu ventana en la habitación y no hay forma de dormir?
Solución para dormir bien: Persiana y cortinas de oscurecimiento. Es muy importante que tu habitación esté a oscuras, si te gusta dejar una luz encendida, que no sea en la misma habitación y mejor de tono rojo, no azul, ni blanca… si puedes usar un modulador, elige rojo y ponlo en la intensidad mínima.
Aun así, no escapamos a que en el cerebro se sintetice menos nivel de serotonina. La serotonina es esa sustancia del sistema nervioso que transporta mensajes, es un neurotransmisor, que suele desencadenar situaciones en las que pensarías “¡qué bien me siento, qué feliz estoy!”.
Bien, la liberación de serotonina baja cuando disminuye la luz, estamos menos activos, menos animados.
– ¡Será posible! Así estoy yo más desanimado en otoño y en invierno.
– Pues sí, además notamos el cambio. Es casi como volver de vacaciones cuando te lo has pasado súper bien y empieza la rutina… que no tenemos muchas ganas.
Otro cambio importante es el que ocurre con la melatonina.
La melatonina nos ayuda a ajustar el reloj diario y empezar a tener sueño y a estar despiertos y activos a las horas del día a las que corresponde.
Y claro… no todos somos iguales, unos están más activos a primera hora de la mañana y otros, no. La melatonina se segrega según diferentes patrones, horas del día, aunque ya te cuento que la melatonina no es solo para “ayudarnos a dormir”.
La melatonina también está relacionada con el Sistema de Control Central (SCC).
Y todo esto además influye en los niveles de hormonas sexuales y resulta que no estás con mucho ánimo tampoco en ese sentido, ya sabes.
Aunque están de moda los neurotransmisores y las hormonas… ten en cuenta, por favor, que todo funciona relacionado. No es sólo la serotonina, ni la dopamina, ni el cortisol o la melatonina… Todo funciona de manera coordinada y en cadenas maravillosamente sincronizadas.
Bien, pues finalmente, la adaptación a la luz, y este sentirse raro… es cuestión de unos días.
¡Ayuda! Mis recomendaciones y trucos para llevar mejor el otoño
Yo intento tomármelo con sentido del humor… y de admiración: Me fascina que ocurran estas cosas. ¿Cómo puede ser que a una hija de asfalto como yo, venida a vivir a la montaña, me haya pasado siempre esto de esta tristeza rara?
Pues bien, hago por “adaptarme”: duermo más.
No digo ¡qué triste es la vida!, no me dejo arrastrar por mi bioquímica.
Le digo a mi cerebro: ¡venga que podemos con esto… e imagino a las neuronas haciendo nuevas conexiones, zas, zas, zas y me pongo contenta. Sonrío.
Doy cuatro carreras, bailo, me muevo y canto aunque me salga mal, escribo y miro por la ventana las hojas que se van poniendo rojas y naranjas gracias a las xantofilas… ¡tan bonito…!
He aprendido a valorar los cambios.
He aprendido con los años a valorar el color del cielo en otoño, a ver la belleza en el cambio de color en la naturaleza aunque a veces, mirando el cielo “flojo” de luz y las hojas rojas que se caen como el pelo, me broten las lágrimas diciendo ¡qué bonito todo! ¡Cómo deja de estar visible la clorofila y se ven las xantofilas!” (Cosas mías, para ayudarme… )
Para tu curiosidad: Clorofila es el pigmento que permite hacer la fotosíntesis a las plantas y ofrece el color verde. Xantofilas son pigmentos en las hojas principalmente, de color ocre, rojo. Cuando baja la intensidad de la luz del Sol, la clorofila va desapareciendo y se deja ver el color de las xantofilas.
Me pongo ropa colorida que me guste… Me gusta siempre, todo hay que decirlo… y como la fruta del otoño tan rica y bonita.
Y claro… tengo mis otros trucos para superar el ánimo bajo ayudar al SCC.
¿Sabes que las plantas y sustancias adaptógenas nos ayudan a estos menesteres? Sí, mira.
Yo tomo Transferine, cada día mínimo 3 cápsulas al día, cumplo con lo que recomiento… ¡estaría bueno que no lo hiciera! y gracias a ello sigo con el ritmo que llevo y me adapto mejor y más rápido a esta bendita Tierra nuestra.
Transferine contiene adaptógenos como ciertos hongos nutricionales entre ellos reishi, hericium, poria, shiitake, la rhodiola, el astrágalo, la vitamina D, la salvia… y tienen unas acciones que me fascinan.
Se habla mucho de la melatonina pero la melatonina no sólo regula el sueño. ¡fíjate! también nos ayuda a estar lúcidos, creativos, crea nuestros ciclos de actividad mental.
También está en Transferine. Green con C Advanced es un equipo perfecto, de hecho los tienes en la tienda. Tiene un descuento especial si adquieres el pack ¡Anímate!
Green también ayuda a tu estómago, hígado y vesícula a hacer mejor la digestión. Papayax te aporta enzimas digestivas, aprende más en el link.
Te invito a aprender más sobre lo que son los ADAPTÓGENOS en este video del canal de YouTube.
Trastorno Afectivo Estacional
A algunas personas el cambio de estación sobre todo al otoño les supone un reto demasiado grande. Puede ocurrir también en primavera, en que el cuerpo empieza a tener más actividad y parece que no tenemos energía para responder.
Las personas que padecen depresión, ansiedad, estrés crónico son más proclives a padecer el llamado Trastorno Afectivo Estacional (TAE). No es exactamente lo que llamamos “astenia”primaveral, u otoñal. En estos casos de TAE, se agudiza sobremanera la falta de deseo o ganas de hacer cosas, las personas se pueden aislar, no tienen contacto y no salen, dejan o abandonan sus actividades, se sienten muy muy tristes y pierden el interés, se descuidan, todo ello con más intensidad y duración de lo que podría considerarse normal.
Todos los puntos que hemos señalado en el apartado anterior, más agudizados y de forma regular, es decir, les pasa siempre y se unen quizá a esa depresión y/o ansiedad o afección mental-emocional que ya padezcan y es muy difícil salir adelante.
Si sientes que no puedes tú solo/a, si se te pasan por la cabeza ideas feas, extrañas, como que no vales, que las cosas no tienen sentido y no te haces con ello, si piensas o has tenido intentos de suicidio: no pases esto solo/a. Seguro que donde tú estás existe atención y prevención, un teléfono al que llamar. En España el teléfono es el 024.
Hay personas para ayudarte. No tiene que dar ninguna vergüenza, de verdad que no. Poder contar en un entorno seguro, incluso desde tu casa, donde te sientes seguro o segura, qué te ocurre, cómo te sientes y poder plantear las ayudas necesarias es una preciosa tabla de salvación.
No estás solo, no estás sola.
Si quieres puedes escribirnos desde contacto. Incluso si nosotros no pudiéramos ayudarte tal como necesitas en todo, te contactaríamos con profesionales con los que trabajamos juntos.
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¡¡Vamos a por el otoño!!
¿El pelo? Ahhh no me he olvidado, lo dejamos para otro post. Pídeme que te interesa, me encantará escribir sobre ello. Pero ya te digo que Colflex con Calcium D3 va genial.
Un fuerte y bilobero abrazo,
Dra. Nuria Lorite-Ayán
Si quieres ampliar información sobre CÓMO NOS AFECTA LA LUZ DEL OTOÑO E INVIERNO, TRUCOS Y CONSEJOS, aquí te dejo este contenido del podcast La Vida Biloba: